Testimonio: Mariana Cardeña

“Durante todo el tiempo de la enfermedad nuestro Dios me dio de su paz, que sobrepasa todo entendimiento y esta prueba ha fortalecido aún más mi fe. Agradezco a la Iglesia por sus oraciones y atenciones para con Val y para conmigo. Honra y gloria al único buen Dios y a nuestro Señor Jesucristo. El día de ayer tuve mi consulta con mi médico y ya me dio de alta, con algunas observaciones para mi recuperación paulatina por las secuelas que deja la enfermedad. –Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es su fidelidad.–”
¡Comparte!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *