Testimonio: Reyna Fernández Huerta

“Lidia Vargas se encuentra mejor para la gloria de Dios. Gracias a Dios el sarpullido desapareció, al parecer fue el cambio de marca de un suplemento, su cuerpo asimiló el medicamento y no ha tenido convulsiones. Muchas gracias por sus oraciones, han sido días difíciles para la familia.”
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