“Agradecemos a Dios que mi abuelita, Conchita, partió ayer con el Señor. Vimos su semblante tranquilo durante este tiempo y sabemos que se fue en paz. Mi mamá tuvo la bendición de estar con ella los últimos instantes y por eso damos infinitas gracias a nuestro Dios. Nuestra esperanza y certeza es que ella pertenece a Cristo y muy pronto la volveremos a ver; y aunque el cuerpo se duele nuestro espíritu se goza en la esperanza.
Pedimos a la iglesia nos tengan en sus oraciones.”