“Gracias a Dios por mis hermanas en Cristo, Paty Ramírez nos prestó el tanque que mi primo necesitaba y a Rebeca Oropeza que también puso a nuestra disposición su tanque portátil.
No tenemos palabras para agradecer. ¡Gloria a Dios!”
No tenemos palabras para agradecer. ¡Gloria a Dios!”